Después de haber sido considerado como el deporte mental en el año 2009, el póker se resume como la práctica de una serie de habilidades cognitivas y matemáticas y psicológicas que se colocan en movimiento con el único fin, de ganar una partida.
El póker, además, te permite fortalecer la disciplina, la atención, concentración, capacidad de analizar situaciones bajo presión, lógica y la virtud de practicar la resolución de problemas cotidianos de la vida. Además de ello, podemos resaltar que al igual que el ajedrez, es un juego que desarrolla la capacidad mental y muchas otras más, que mencionaremos a continuación:
- Fortalecimiento de la disciplina.
- Aporta en el desarrollo de la memoria.
- Los análisis y la lógica no serán problema, porque serás observador por naturaleza.
- Aumenta la capacidad de tolerancia, nos ayuda a ser pacientes.
- Eleva el nivel de adaptarse a los cambios.
Comprender cómo piensa tu oponente, a través de lenguaje, conducta, hábitos y palabras, es clave para ser un gran jugador, el póker llega a eso y mucho más, pero contar con este tipo de información te permite generar la empatía y el entendimiento de saber que el póker, no es sólo un juego donde apuestas y hay un ganador.