Una de las áreas más extensas de la matemática es la probabilidad, y aunado a ello el cálculo. Entendiendo esto es necesario tener en cuenta que ambas son necesarias para que los jugadores de póker tengan éxito en cada uno de los torneos o partidas en las que hacen vida, además, es necesario aplicarlas en todas las modalidades del juego.
La probabilidad de saber y entender la acción de tu rival, y el cálculo mental de concluir como juega el oponente son el ejemplo más claro de cómo el póker es una disciplina que mezcla el ámbito mental, con la suerte.
Existen otros aspectos que los jugadores tienen en cuenta para tener éxito en una mano, pero no cabe duda que aquellos que han sido buenos en el área matemática tiene mucho más margen de tener una gran partida.
Los expertos del juego, concluyen que diciendo que si bien es cierto el póker es un juego de mesa con cierto grado de azar, ahí muy poco influye la suerte. Es por ello, que esta práctica se recomienda como deporte mental donde el talento, la inteligencia y la capacidad de observación juega un papel preponderante y muy importante para poder ser un ganador.